Las varices son una enfermedad en las venas de las piernas, relacionada con la mala circulación de la sangre.
Las varices son una enfermedad frecuente: aparecen en 1 de cada 2 mujeres y en 1 de cada 10 hombres.
Se deben a la dilatación permanente de las venas, fundamentalmente las de las piernas, que se acompaña de una alteración de la pared. Las varices derivan de un fallo de las válvulas, repliegues membranosos situados en el interior de las venas, cuya función es impedir que la sangre refluya hacia abajo de las piernas: las venas, demasiado llenas de sangre, se hinchan.
Causas.
Generalmente, las varices no se asocian con ninguna otra enfermedad. Entre las causas que pueden favorecer su aparición, destacan: herencia, factores hormonales, exceso de peso, vida sedentaria, estar de pie mucho tiempo o el calor.
Síntomas
Al principio, el paciente experimenta, después de estar largo tiempo de pie sensaciones desagradables, sobre todo a causa de la acumulación de sangre en las venas: pesadez, hormigueos y, con menos frecuencia, dolor intenso. Las varices aparecen como cordones visibles a través de la piel. Estos cordones, blandos y azulados, se aplanan cuando el paciente es-tá estirado y adquieren relieve cuando se pone de pie.
Complicaciones
Las varices pueden inflamarse (flebitis superficial), lo que provoca dolor y modificación de la piel a lo lar-go del segmento afectado. Si se rompen, la sangre fluye hacia el interior de la pierna (provoca un hematoma subcutáneo doloroso) o hacia el exterior (origina una hemorragia brusca y abundante). A largo plazo, el mal retorno de la sangre venosa puede dar lugar a hinchazón de los tobillos y de los pies, alteraciones de la piel (sobre todo, coloración ocre o parda) o heridas (úlceras varicosas, que son persistentes y frecuentemente están infectadas).
Tratamiento
Existen varios tratamientos, que, en ocasiones, pueden asociarse: detener la acumulación de sangre en las piernas (llevar medias de contención, elevación de los pies durante el sueño, supresión de la exposición de las piernas al calor), andar para favorecer el retorno venoso, administrar medicamentos venotónicos o efectuar una esclerosis de las varices por inyección de una sustancia atrofiante. Cuando las varices son molestas, pueden operarse por stripping: esta intervención quirúrgica, practicada con anestesia general o local, consiste en realizar una pequeña incisión en la parte superior de la pierna, para cortar la vena, y otra más abajo, para retirarla. Existe una técnica más reciente que puede practicarse sin hospitalización: se trata de la ligadura de la vena enferma, que se efectúa con anestesia local.
Presenta pocos riesgos, pero las recidivas son frecuentes. Las curas termales son eficaces para el tratamiento de las alteraciones de la piel y de las úlceras varicosas